La tradición de visitar siete iglesias durante la Semana Santa es una práctica arraigada católica, que simboliza el acompañamiento de los fieles a Jesús en sus momentos de mayor sufrimiento, desde la última cena hasta su crucifixión. Este recorrido es común en toda América Latina y suele llevarse a cabo durante la noche del Jueves Santo hasta la mañana del Viernes Santo.
Cada una de las siete iglesias visitadas representa un momento crucial en la pasión y muerte de Jesús. Las personas rezan y reflexionan en cada uno de los templos.
Esta práctica es una forma de reflexionar sobre el sacrificio de Jesús por la humanidad y de vivir de manera más profunda el significado espiritual de la Semana Santa.
El recorrido de las siete iglesias fomenta la devoción, la reflexión y la oración en comunidad, permitiendo a las personas conectarse de manera más íntima con la pasión de Cristo. Esta tradición, que ha perdurado a lo largo de los siglos, es un recordatorio poderoso de la importancia de la fe, el sacrificio y la redención en la vida de los creyentes
Cada una de las siete iglesias visitadas representa un momento crucial en la pasión y muerte de Jesús. Las personas rezan y reflexionan en cada uno de los templos.
Esta práctica es una forma de reflexionar sobre el sacrificio de Jesús por la humanidad y de vivir de manera más profunda el significado espiritual de la Semana Santa.
El recorrido de las siete iglesias fomenta la devoción, la reflexión y la oración en comunidad, permitiendo a las personas conectarse de manera más íntima con la pasión de Cristo. Esta tradición, que ha perdurado a lo largo de los siglos, es un recordatorio poderoso de la importancia de la fe, el sacrificio y la redención en la vida de los creyentes