Un proyecto francés llega al estado Lara para ofrecer una experiencia culinaria única e inmersiva inspirada en el patrimonio vivo venezolano.
Sanare, el pueblo de las montañas larenses, será el escenario de un innovador performance gastronómico que busca expandir el gusto a los demás sentidos humanos a través de una experiencia inmersiva. Se trata de Katchakatcha, un proyecto de la organización francesa Cricao, que combina diseño, cocina y sustentabilidad.
¿Cuándo será?
Del 27 de octubre al 4 de noviembre, tres especialistas en Diseño Culinario de Francia visitarán Sanare para desarrollar el proyecto, junto con la Asociación Civil Ecológica y Social Chunikai y la página web especializada en diseño Simbold.com.
El objetivo es explorar los conocimientos culinarios locales y crear platos originales y creativos con ingredientes propios de la región andina larense. Además, se brindará orientación en el manejo ambiental de restaurantes, posadas y siembras.
Katchakatcha está dirigido al Cluster de Turismo Sanare Mágico, una organización que agrupa a posadas, restaurantes, productores gastronómicos, artesanos y otros actores del sector turístico de Sanare. La idea es potenciar el valor cultural y natural de este pueblo como patrimonio vivo venezolano.
Capacitación en Caracas
El proyecto Katchakatcha también tendrá una presentación en Caracas el miércoles 8 de noviembre en el Instituto Creativo Digital. Allí, los especialistas franceses y los coordinadores venezolanos compartirán con estudiantes y profesionales del diseño y de cocina qué es el Diseño Culinario, las experiencias del proyecto en diferentes países y los resultados obtenidos en Sanare.
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Los invitados especiales desde Francia son Marisella Pacheco, diseñadora gráfica y cocinera venezolana que se ha especializado en diseño de experiencias y diseño sensorial; Delphine Talbot, profesora de Artes Plásticas y Diseño del Instituto Superior Color, Imagen de Montauban, Universidad de Toulouse; y Stéphane Robert, quien en 2006 creó un festival de arte contemporáneo para las zonas rurales y se unió a Cricao en 2007, trabajando con el diseño culinario como medio de encuentro con los habitantes de una localidad.
Por Andrea Barrios
Fotos: Marisella Pacheco